América se llevó una goleada grande, muy grande. Vapuleadas salieron las Águilas del Estadio Víctor Manuel Reyna, al caer 5-3 frente a unos Jaguares que, con uniforme verde y negro conmemorativo, no tuvieron piedad de Carlos Reinoso y su tambaleante situación. Jaguares se dio un festín de goles y alegría ante su gente, que llenó el estadio como hace mucho no sucedía. El rival y su momento poco les importó.
La intensa presión que vive América al interior de su plantel se reflejó claramente en el medio tiempo, cuando camino al vestuario, ya con derrota parcial, Ángel Reyna y Aquivaldo Mosquera tuvieron una acalorada discusión, en la que tuvo que intervenir Christian Benítez para intentar calmar las cosas.
Y en la cancha, las cosas no distaron mucho de las fuertes palabras entre jugadores azulcremas. Por enésima ocasión, el “Maestro” experimentó con su zaga central, y tuvo serias consecuencias.
El estratega decidió colocar a Jesús Molina como pareja de Aquivaldo Mosquera, y al ex Tigre se le notó desubicado.
Pero no sólo fue Molina uno de los culpables de tantos goles en contra. Los yerros defensivos de las Águilas vinieron en cascada. Cada llegada de Jaguares dejaba consigo una estela de peligro y confusión en los de Coapa. Muy endebles en el fondo.
Desesperante resultó para Reinoso presenciar que mientras su equipo tocó y tocó la puerta local en el primer tiempo con constantes llegadas y múltiples fallas, Jaguares generó menos peligro pero tuvo un porcentaje de efectividad muy alto en cuanto a contundencia.
Edgar Andrade se despachó con un par de dianas, retomando con ello su mejor forma futbolística. Un elemento que sufrió para superar lesiones graves y que hoy está de vuelta. Y se nota en la posición en la tabla que ostenta el conjunto de Chiapas.
Por América, después de mucho tiempo, apareció Daniel Montenegro. Esta vez el “Rolfi” dejó de lado el conformismo y la medianía, y lució en una cancha en la que le va muy bien desde que llegó a México. El argentino se hizo presente con dos anotaciones de buena manufactura.
El segundo lapso continuó siendo movido y con goles, pero la supuesta reacción de las Águilas al acercarse en el marcador fue un simple espejismo. El colombiano Jackson Martínez sepultó cualquier esperanza azulcrema, que toca fondo en el Torneo y en la Tabla General.
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